De lavar trastes a ser una estrella de Netflix en cuestión de días, el actor mexicano habla sobre la fuerza del detalle actoral, su visión sobre la industria, y cómo Finura —su personaje en Rosario Tijeras— fue también una lección sobre lo que se elige y lo que se pierde.

La historia de Eutimio Fuentes podría contarse con uno de esos cortes que hacen que la ficción y la vida real se rocen peligrosamente. En una escena, el actor está en su casa, lavando los trastes, pensando que su última audición para Rosario Tijeras no prosperó. En la siguiente, su teléfono suena. Es su agente. “Quedaste. Feliz cumpleaños”.
Ese fue el inicio de Finura, su personaje en la cuarta temporada de la serie mexicana que ha sabido mantenerse viva por años en el imaginario popular y que hoy, en su nueva etapa en Netflix, alcanza audiencias en toda Latinoamérica. Y, como lo cuenta Fuentes en esta conversación, Finura es mucho más que un apodo o una facha llamativa: es también el espejo de muchas decisiones que definen un camino.
De casting incierto a cumpleaños soñado
“Yo siempre digo que lo que es para ti, aunque te quites, es para ti. Y lo que no, aunque te pongas, no será”, dice Fuentes con una sonrisa que mezcla filosofía popular con aprendizaje personal.
Después de haber hecho un casting en diciembre de 2023, pasó meses sin recibir respuesta. “Me fui a mi pueblo, resignado. Y justo cuando me bajo del camión me dicen que tengo un nuevo casting para Rosario”. El detalle: lo necesitaban grabado al día siguiente.
No había nadie que pudiera ayudarle a grabarlo allá, así que saludó a su mamá, se dio media vuelta y volvió a la ciudad. Diez días después, cuando ya había soltado cualquier esperanza, llegó la llamada: había quedado. El personaje de Finura era suyo.
“Fue surreal. Yo lavando los trastes, con mi agente en altavoz, diciéndome que había quedado. Y un día después era mi cumpleaños. Fue uno de esos momentos en los que entiendes que hay algo más grande acomodando las cosas.”
Golpes, nervios y la entrada a un elenco consolidado
Integrarse a una producción que ya lleva varias temporadas puede ser intimidante. Más aún si, como en el caso de Fuentes, el primer día en el set implica que el personaje reciba una golpiza.
“Estaba nervioso. Cuando llegué ya llevaban grabando dos semanas, y yo era el nuevo. Y además me tocaba una escena en la que me meten una putiza. Literal. Era como… ‘Hola, mucho gusto. Ahora te voy a partir la madre’.”
Pero los nervios, reconoce, estaban más en su cabeza que en la realidad. “Luis Fernando Peña, que interpreta al Papi, fue súper profesional. Me tranquilizó. Me dijo que todo iba a salir bien. Y así fue. Desde el primer día me hicieron sentir parte de la familia.”

Finura, un personaje hecho de gestos y contradicciones
Aunque en pantalla pueda parecer un tipo seguro, hasta elegante, Finura es el resultado de una vida de decisiones torcidas. “En la historia que construimos con los directores, Finura tenía un futuro prometedor. Quería ser ingeniero. Pero eligió el camino del dinero fácil.”
Y ese pasado marca todo: su forma de hablar, de moverse, de observar. Para Eutimio, el personaje se construyó desde lo mínimo. “Hay una escena en el capítulo 26 donde estoy apuntando con un arma y al mismo tiempo acaricio un caballito. Es un gesto, sí. Pero dice mucho. Habla de esa contradicción constante en la que vive.”
Además, le dio pequeños hábitos: un anillo que gira constantemente mientras habla, una playlist en Spotify que lo acompaña en la previa de cada escena. “También el vestuario fue clave. Yo soy monocromático. Finura usa verde fosforescente con azul. Eso ya te pone en otro lugar.”
Esos detalles —la forma en que un personaje se peina, el tipo de zapato que usa, cómo se sienta— son, para Fuentes, parte esencial de su técnica. “El vestuario te cambia la postura, te da una energía distinta. Es otra forma de entrarle al personaje. No todo viene del guion.”
Netflix y el microscopio global
El paso de Rosario Tijeras a una plataforma como Netflix trajo consigo otra dimensión: la visibilidad masiva. Para actores jóvenes o en crecimiento, eso puede ser tanto una bendición como una presión.
“Netflix funciona como un microscopio. Es como si estuvieras en un laboratorio y el mundo entero pudiera mirarte. Ya no es solo que te vean en México. Este fin de semana fuimos top 1 en toda Latinoamérica. Es un impacto que no dimensionas hasta que pasa.”
Y si bien agradece esa visibilidad, Eutimio es consciente de que no es garantía de nada. “Espero que gracias a esto, mi nombre y mi trabajo lleguen a los oídos correctos. Pero también pienso en toda la gente que no tiene estas oportunidades. Me gustaría que se abrieran más espacios. Que no sean siempre los mismos nombres. Que haya lugar para más talento mexicano.”
Persistencia, disciplina y el mito de ‘ya la hizo’
Uno de los grandes errores que —según Fuentes— comete el público es pensar que, por aparecer en una campaña de promoción, un actor ya “la hizo”.
“Lo que ves es solo la carátula. Nosotros seguimos haciendo castings, buscando chamba, mandando currículums. Esto es constante. No hay un punto de llegada. Solo trabajo.”
Y por eso, su consejo a quienes apenas empiezan es claro:
“La persistencia, la constancia y la disciplina van a dar frutos. Pero la impaciencia puede comerte vivo. Hay que ser fuertes cuando parece que nada se está moviendo. Porque a veces, las cosas se están acomodando sin que lo veas.”
Un personaje, una lección
En algún punto de la conversación, cuando Eutimio habla de Finura, se percibe un cierto cariño por ese personaje tan distinto a él. Como si, más allá del brillo de Netflix o de la emoción de la escena, lo que quedara fuera el aprendizaje.
“Fue divertido. Fue incómodo. Fue transformador. Finura no se parece a mí, pero me enseñó a ver más allá del juicio. A entender que, muchas veces, el camino que alguien elige no siempre fue el que soñó.”
Y ahora, a verlo en pantalla
Con emoción genuina, sin poses, Eutimio Fuentes cierra la charla con una invitación directa:
“No se pierdan la cuarta temporada de Rosario Tijeras, solo por Netflix. Especialmente para que conozcan a Finura… y vean esos looks maravillosos que se carga.”
El personaje, sin duda, ya está ahí. El actor, sin prisa pero con paso firme, también.