Peak Everything (Amour Apocalypse) es una comedia romántica canadiense que tuvo su estreno mundial en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, dentro de la sección Quinzaine des cinéastes. La película fue escrita y dirigida por Anne Émond, y ofrece una propuesta linda y divertida sobre la ansiedad ecológica, la soledad y el amor inesperado.
La historia gira en torno a Adam, un tipo estereotípicamente canadiense (tranquilo y extremadamente amable), que trabaja en una perrera y vive atrapado en una mezcla de aislamiento y depresión provocada por la ansiedad climática.
A pesar de ser un hombre dedicado y empático, parece que todo en su entorno conspira contra él: las personas a su alrededor son hostiles, y el mundo, literalmente, se está viniendo abajo, provocando pánico con cada nuevo desastre natural. En medio de este caos interno y externo, Adam busca maneras de reducir su malestar, pasando por técnicas de relajación y ayuda psicológica… hasta que decide probar un método menos convencional: comprarse una lámpara de luz terapéutica.

Mirando fijamente esta lámpara que, en teoría, debería hacerlo sentir mejor, decide llamar al número de asistencia de la compañía que la vende. Sin embargo, parece haber un malentendido con las instrucciones del dispositivo y no recibe el tipo de ayuda que esperaba. Es ahí donde aparece Tina.
Desde la primera llamada, Tina se muestra divertida y comprensiva con la confusión de Adam, quien, buscando una persona que lo escuche, termina hablando con soporte técnico. Entre risas y complicidad, se genera una conexión genuina entre ambos personajes. Lo que empieza como una simple conversación se transforma en un lazo emocional que empuja a Adam a salir de su rutina, enfrentarse a sus miedos y embarcarse en una pequeña odisea para encontrar a esta mujer que ha cambiado su vida con una sola llamada.
Aunque la premisa suena sencilla y acogedora —y por momentos lo es—, la historia poco a poco se va transformando. La película comienza como una clásica comfort movie sobre superación personal y amor a primera escucha, pero pronto se vuelve más compleja, llevando a los personajes (y a nosotros como espectadores) a cuestionar los mecanismos con los que enfrentamos el malestar emocional y nuestras propias contradicciones.
A medida que descubrimos más sobre Tina —quien en un principio ni siquiera parece real, lo que nos hace pensar que tal vez es una grabación automatizada o una IA—, la historia se desarrolla en una serie de situaciones cada vez más complejas. Adam, con su extrema bondad, se ve envuelto en dilemas inesperados que lo obligan a replantearse su forma de relacionarse con los demás, con la sociedad y con el mundo.
Por su parte, Tina se enfrenta a una crisis que la lleva a elegir entre la vida que conoce y sus responsabilidades, o la posibilidad de un nuevo comienzo junto a Adam.

Peak Everything es una propuesta encantadora, con una dirección efectiva y un guion que combina humor, ternura y un toque de inocencia. Aunque conforme avanza la trama se tambalea un poco al llevar su premisa al límite de lo inverosímil, no deja de ser una película cálida, peculiar y disfrutable.
Ideal para quienes buscan una historia diferente, con corazón, ternura y una personalidad muy canadiense.